domingo, 21 de noviembre de 2010

¿La Revolución Francesa como comienzo de la Edad Contemporánea?

1.       El texto habla del comienzo de la Edad Contemporánea visto desde dos puntos diferentes, el de los historiadores franceses y el de los historiadores anglosajones con los respectivos argumentos.
Tambien nos deja claro el texto que los cambios de época no se produjeron de forma repentina, si no que fueron apareciendo de forma paulatina durante un periodo de años hasta consolidarse.

2.       Los franceses y otra gran parte del mundo opina que el comienzo de la Edad Contemporánea es el año de inicio de la Revolución Francesa , ya que hubo otros acontecimientos de gran importancia  en diferentes ámbitos, como la primera máquina de vapor o el nombramiento de George Washington como primer presidente de los Estados Unidos de América.

3.       Los países anglosajones atribuyen al siglo XX el comienzo de esta Época, con sucesos importantes como la Primera Guerra Mundial, o como hizo Geoffrey que dijo que fue en el siglo XIX con la Segunda Revolución Industrial.
Los historiadores la sitúan en estas fechas debido a que los problemas de hoy se debaten por primera vez, al igual que surgen nuevas tecnologías y la sociedad empieza a implicarse más en el sistema político.

4.       Pienso que el comienzo de esta etapa histórica es entre los siglos XVIII y XIX porque las revoluciones sucedieron entorno a esa época. Donde el comienzo de una nueva forma de vida deja atrás al Antiguo Régimen y la esclavitud.
Pero realmente es en el siglo XX cuando la Edad Contemporánea se consolida de verdad, ya que la tecnología, la medicina, la política y la sociedad comienza a tener cambios sustanciales. Siendo de esta manera que podemos decir que esta época se asemeja mas a la actual.

Paseo por Zaragoza en el siglo XVIII

En Aragón se comienzan a manifestar las nuevas corrientes ilustradas venidas desde Francia e Italia a mediados del siglo XVIII, sobre todo desde el reinado de Carlos III. El apoyo político de la Corte de Madrid fue fundamental y personajes como el Conde de Aranda y los miembros del Partido aragonés influyeron notablemente en el sustento a las iniciativas de los ilustrados aragoneses. La transformación de la sociedad en busca del progreso se debía hacer a través de la creación de nuevas instituciones como la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (Zaragoza 1776).
Comenzaríamos en LA PUERTA DEL CARMEN
Construida por el arquitecto Agustín Sanz en 1795, es una de las puertas de entrada que tenía la ciudad en el siglo XVIII y que sufrió los efectos de los Sitios. Su estructura, a modo de arco triunfal romano, responde a modelos neoclásicos.
Seguiríamos por el Paseo María Agustín hasta llegar al PARANINFO
Estamos ante una de las obras más conseguidas del arquitecto Ricardo Magdalena, un edificio que responde a la tendencia historicista de la época, en que se retoman los modelos de los palacios aragoneses renacentistas. Siguiendo esta tradición se realiza en ladrillo, con aplicaciones de azulejos polícromos y relieves de estuco.
En la portada de piedra destacan cuatro estatuas sedentes que representan a médicos y científicos importantes como Miguel Servet, Andrés Piquer, Ignacio Jordán de Asso y Fausto de Elhuyar.
La antigua facultad de Medicina y Ciencias de Zaragoza fue la primera oficialmente reconocida en España.
Recorreríamos el Paseo Sagasta para llegar al  PARQUE PIGNATELLI
El Parque de Pignatelli fue construido a principios del siglo XX para albergar la estatua de don Ramón Pignatelli. El monumento a Pignatelli fue construido a mediados del siglo XIX, por el escultor Antonio Palao, diseñada para la Glorieta de Pignatelli permaneció allí hasta el año 1904, en la que se traslada a su ubicación actual. El monumento se erige para conmemorar el 150 aniversario de la construcción del Canal Imperial, cuya finalización se debió al decisivo impulso de Don Ramón Pignatelli.
Avanzaríamos por el Paseo de Cuellar en dirección a donde está el actual mercado de Torrero donde encontraríamos el último sitio de la visita; EL CANAL IMPERIAL
Su construcción se inició en el último tercio del siglo XVIII, y nació con vocación de convertirse en un importante canal de riego y navegación. En 1757 el Conde de Aranda ordenó sacar planos con el fin de continuar las obras que habían sido iniciadas en tiempos de Carlos V. Planos y estudios que quedaron archivados en la Secretaría de Estado hasta que en 1768, se constituyó la "Compañía del Canal de Aragón". En 1772 Ramón Pignatelli fue nombrado protector del canal como una necesidad tras la rotura de la antigua Acequia Imperial, vinculados a su construcción se encuentran en la ciudad monumentos neoclásicos de gran interés como la fuente de los Incrédulos y sobre todo la iglesia de San Fernando- en las que intervino el pincel de Goya- que sirvió de parroquia a las familias que trabajaron en la obra del canal.
 Y finalmente aunque no son de interés comparable a los lugares mencionados no es de más nombrar que hay calles y avenidas dedicadas a personajes importantes del siglo como el Conde Aranda, Josefa Amar y Borbón, Goya, Antonio Benavides, Francisco Quevedo, etc.